
Los expertos están trabajando para dar con el diagnóstico de esta rara enfermedad que afecta a las dos mamíferas bautizadas como Dolores y Bianca.
Las dos hembras, de 15 años de edad, conservan solo una corona de pelos en la zona de la cabeza, como se observa en la fotografía.
De momento, los veterinarios apuntan a que las osas tendrían una predisposición genética a padecer esta enfermedad y que el estrés es la causa que la habría desencadenado.
Según el portavoz del zoológico, varios osos andinos que viven en otros zoos también están perdiendo su pelaje.
El diario Bild, el primero en publicar la historia de Dolores y Bianca, cita otros ejemplos en Estados Unidos y Brasil.
Fuente: Ojo

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