“Gobierno protege a empresas chilenas”

24.1.08

En este reveladora y exclusiva entrevista el líder de la oposición política, Ollanta Humala, toca una serie de temas de actualidad y acusa frontalmente al gobierno de estar detrás de la acusación fiscal que pide para él por el denominado “Andahuaylazo” una pena de cárcel de 15 años seguida de expatriación, así como de proteger abiertamente a las empresa chilenas en desmedro de las peruanas.

–¿Qué reacciones le suscita la decisión de la fiscal Gladys Fernández de pedir para usted, por el caso del Andahuaylazo, 15 años de prisión y su expatriación?

Esta acusación aparece coincidentemente tres días después de que la empresa de opinión pública Apoyo revelara que el país me considera, por lejos, como el principal líder de la oposición y que un porcentaje inverso desaprueba el desempeño de Alan García. También se da luego de que el gobierno se vio presionado por el Partido Nacionalista y la población en general a tomar una postura más fuerte y decisiva para presentar la demanda contra Chile ante la Corte Internacional de La Haya por la defensa de nuestros límites marítimos. Mire, en Chile se dice que el mandatario cedió a posiciones de nuestro partido. Por otro lado permítame decirle que esta acusación fiscal se ha dado violando el debido proceso porque hasta el momento no se ha tomado mi instructiva, es decir, la Fiscal ha tomado su decisión sin conocer mi versión sobre los cargos que me imputan. No hay duda, el gobierno quiere encarcelarme y expatriarme.

–Usted ha declarado recientemente, a propósito del tema de La Haya, que su partido está unido junto a todas las fuerzas políticas.

Efectivamente. Un tema para nosotros concreto es la defensa del territorio nacional, en la demanda de La Haya en donde hay un antes y un después, en lo relativo a la presentación de la demanda. Antes, hemos discrepado y hecho sugerencias como que se incluya el punto de La Concordia como límite histórico del Perú; pero ahora, presentada la demanda, todos debemos estar unidos en este objetivo nacional.

–A propósito, ¿cómo ve las actuales relaciones comerciales con Chile?

En la práctica tenemos un TLC con Chile, pero para que no pase por el tamiz del Congreso le han dado el nombre de acuerdo de complementación comercial. Ese acuerdo debe analizarse en el Congreso.

–¿Cómo proteger a las empresas peruanas ante la penetración de inversionistas chilenos?

El gobierno de Alan García protege a las empresas chilenas en vez de apoyar a las peruanas. Recuerde usted que en uno de sus primeros actos de gobierno, García se reunió con la Confederación de Empresarios de Chile en Palacio para garantizarles sus inversiones. Fíjese, al pasar de largo al Congreso para firmar el TLC con Chile, que le ha llamado engañosamente acuerdo de complementación comercial 38, se les garantiza un arbitraje internacional en defensa de los 6 mil millones de dólares que tienen invertidos aquí. Por eso han evadido el Congreso que se hubiera opuesto a esto unánimemente. En estas condiciones, las empresas chilenas protegidas por el gobierno copan los puertos, aeropuertos, la minería, es decir actividades estratégicas y hasta supermercados como Wong. No me extrañaría que muy pronto tengan sus propios medios de comunicación.

– ¿Qué haría usted si fuera presidente para combatir el narcotráfico y el terrorismo?

Yo creo que en el Perú lo que falta son políticas de Estado, que permitan llevar al Estado a las zonas abandonadas y excluidas del país para que el poblador más humilde confíe en él y lo defienda frente a posiciones extremistas e insanas. Luego lo que haría sería concertar con las diferentes fuerzas políticas, partidos políticos que tengan una expresión nacional, para comprometerlos a que cualquiera sea el siguiente mandatario, estas políticas de Estado se mantengan coherentemente.

–¿Pero al concertar tiene que ceder, tiene que negociar…?

Pero es que nadie es dueño de la verdad y yo creo que un presidente que se precie de estadista no puede pretender gobernar el país con un solo sector de la sociedad, porque si no es un Virrey. Yo apunto a una república.

Yo creo que en el caso del narcotráfico habría que hacer una política de Estado, una política que permita realmente separar a la población cocalera de las redes del narcotráfico, considerando que el agricultor cocalero no es el primer eslabón de la cadena del narcotráfico, sino su primera víctima.

–¿Cuál sería una alternativa en este sentido?

Comprarle al campesino la producción de hoja de coca que se está yendo al narcotráfico, sobre la base de un precio y de un volumen que no puede aumentar para lo que previamente tiene que hacerse un censo, y tiene que dimensionarse las extensiones sembradas con un empadronamiento. Y el Estado debe comprometerse, por cinco, diez años, a comprar esa producción de hoja de coca, y como el campesino, el agricultor va a tener ese horizonte de estabilidad económica se convierte en sujeto de crédito, se formaliza, paga impuestos; y este agricultor debe comprometerse también a diversificar sus cultivos, a industrializar su producción y cada vez sembrar menos hojas de coca y sembrar otros cultivos alternativos.

–Y contra el terrorismo, ¿qué haría?

Contra el terrorismo, yo creo que lo mejor es la reconciliación nacional. La reconciliación no entre el Ejército y Sendero, sino entre el Estado y la sociedad. La mejor manera de combatir al terrorismo es poniendo al Estado en el interior del país.

–¿Y con los remanentes?

Creo que la mejor manera de combatirlos es primero, construyéndoles un camino para que se inserten en la sociedad, previo juicio y sanción por sus delitos, y los que no quieren, los irreductibles, a esos hay que combatirlos hasta su final.

–¿Cree que Sendero se está infiltrando en los colegios?

No tengo información precisa de hoy, pero mi experiencia de cuando he estado en zonas de emergencia y he patrullado es clara. Una vez llegamos a un pueblito y agarramos un aula para descansar toda la tropa y de curioso me puse a revisar los libros y encuentro registros de notas donde había Mística del Combatiente Senderista, República Popular de Nueva Democracia, Vida del Camarada Gonzalo, entonces llamo al profesor y le digo, oye ¿y esto? Y él me dice: Aquí viven los terrucos, ustedes vienen de tiempo en tiempo, los terrucos viven aquí y me obligan a hacer eso, sino “juicio popular”.

–Usted admira a Juan Velasco Alvarado. ¿Con qué medidas arbitrarias suyas usted comulga?

Yo admiro a Napoleón pero eso no significa que voy a conquistar Europa. No soy aprista y admiro el pensamiento antiimperialista de Haya de la Torre.

–¿Qué piensa de Fidel Castro? ¿Es un tirano que se mantiene 50 años en el poder a punta de controlarlo todo? ¿Se siente satisfecho con alguna, ninguna o todas aquellas actitudes de Castro?

Castro es un líder de talla mundial que insurgió contra una dictadura militar corrupta apoyada por los Estados Unidos y que ha logrado consolidar una nación con evidentes logros en educación, salud y seguridad, aunque su régimen político es distinto al que nosotros proponemos. Sobre la política interna de Cuba no me voy a pronunciar por respeto, como no me pronunciaría sobre la política interna de cualquier otro país. La realidad cubana es diferente a la peruana; nosotros trabajamos por construir un proyecto nacionalista propio.

–Se especula mucho de una alianza suya con Toledo.
Me parece absurdo, nada tenemos en común y se lo he dicho bien clarito al señor Toledo, no hay posibilidad de un pacto. Por lo demás, su gobierno ha sido uno de los peores que ha tenido el país.

Libro autobiográfico
–¿Contará alguna vez ésa y otras anécdotas de su experiencia antiterrorista?

Publicaré en pocos días un libro con un claro contenido autobiográfico, desde mi infancia hasta mi postulación a la presidencia de la República.
–¿Habrá allí novedades, algo que no se sepa hasta hoy?

Claro que sí, le adelanto una, por ejemplo la publicación del Manual de Operaciones Contrasubversivas el ME 41-7 que se entregó a los oficiales en el año 89, que fue hecho en el gobierno de Alan García y el ministro de Guerra o de Defensa de ese entonces que era el general Velásquez Giacarini, en el cual se disponía la eliminación de todos los elementos pertenecientes a la organización, militar, política y administrativa de Sendero Luminoso.
–Y ese manual, ¿se aplicó?Yo creo que sí se aplicaba, fue la Biblia con la cual desfilaron doce mil oficiales en las zonas de emergencia, en estos 20 años de guerra. Yo no he aplicado ese manual; pero me imagino que muchos oficiales sí. Y yo creo que ahí hay una responsabilidad política de los gobiernos de turno, que debe ser también asumida.

El fantasma de Chávez
–¿Bajo qué escenario ubica usted su amistad y admiración hacia Hugo Chávez?

No se trata de admiración. Se admira un cuadro que está acabado, no cuando se está pintando. En lo personal, considero a Chávez un amigo.
–¿Considera a Chávez un iluminado como sucede con Evo Morales, Rafael Correa, etc?

No creo en las personas iluminadas. Creo en el trabajo y en el esfuerzo de cada quien.
–¿Califica a Chávez como un líder latinoamericano o como un entrometido en los asuntos del Perú, tras la experiencia de haber intervenido a favor suyo durante la campaña electoral del 2006?Es un líder latinoamericano. Uno puede estar a favor o en contra de él, pero siempre genera opinión. Aunque para muchos analistas políticos, el reiterado y público apoyo que me dio en la campaña no me favoreció.–De presentarse como candidato en las elecciones del 2011, ¿estaría dispuesto a aceptar nuevamente el respaldo moral, mediático –e inclusive financiero- de Hugo Chávez?

La respuesta anterior contesta esta pregunta.
–¿Considera que su peculiar denominación de político nacionalista se condice con la simpatía con que acepta la manera como Chávez impone sus intereses y políticas en el Perú, empezando por bloquear el TLC por la enemistad que mantiene con el presidente de los Estados Unidos?El nombre nacionalista obedece a la convicción de defender los intereses nacionales, tan simple como eso.–¿Qué opina sobre las casas de ALBA que muestran a Hugo Chávez fotografiado en sus locales como si se tratara del presidente del Perú?

Por la información que tengo se trata de organizaciones privadas ajenas al proyecto latinoamericano denominado ALBA.
–¿Qué haría usted con las casas de ALBA?

Yo les sugeriría a sus promotores y organizadores que les cambien de nombre por casas de la amistad peruano venezolana, peruano boliviana, etc. A fin de evitar suspicacias y confusiones en algunos sectores de la opinión pública.

Fuente: expreso

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