En menos de 18 meses de gobierno aprista, más de tres mil trabajadores han sido despedidos por haberse organizado en sindicatos para defenderse de los atropellos de sus empleadores, reveló ayer el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Mario Huamán, tras calificar esa situación de “verdaderamente espeluznante”.El líder sindicalista, tras reunirse, por segunda vez, con el ministro de Trabajo, Mario Pasco, y su viceministro, Jorge Villasante, para buscar solución a las diez demandas de la CGTP, advirtió que si el Ejecutivo persiste en desoír los reclamos de los trabajadores y en pretender acusarlos de “terroristas” por protestar contra la política económica, le responderían con una movilización multitudinaria.
Manifestó esperar que el Ejecutivo respete los compromisos, ya que no se puede hablar de crecimiento económico y de grandes inversiones sin una distribución equitativa de la riqueza y sin justicia social, lo que crea el caldo de cultivo para las protestas sociales.
Enfatizó que los despidos transgreden los derechos de los trabajadores, reconocidos por la OIT y firmados por el Estado peruano, y citó como ejemplo el despido de 1,200 trabajadores de la empresa de textiles Italle, subcontratista de Diseño y Color, y de otros 285 trabajadores de la empresa agroexportadora más grande del Perú, Campo Sol.
Dijo que el premier, Jorge del Castillo, critica a los trabajadores que protestan, y señaló que de igual forma deben ser criticados los malos empresarios que ponen en riesgo el TLC, por el cual el gobierno se comprometió a mejorar la situación laboral de los trabajadores peruanos.
De otro lado, preguntado por LA PRIMERA sobre por qué el gobierno por un lado afirma tener voluntad de diálogo y por otro califica de “terrorista” al trabajador que protesta, el viceministro de Trabajo intentó ensayar una respuesta indicando que se debe determinar la naturaleza de las protestas.
El viceministro sostuvo que estos despedidos podrían ser repuestos por inspectores laborales si su expulsión fue por estar sindicalizados.
Vilma Escalante
Redacción
Fuente: La Primera
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